Oun Examen del tórax
Examen De Tórax
El examen de tórax se hace en dos secciones:
1- examen electivo
2- examen del tórax operado.
EL tórax se examina en el paciente sentado. Si resulta imposible, puede
examinarse cuidadosamente la pared del tórax anterior mientras el paciente está
en decúbito supino. Luego se le gira hacia un lado, mas tarde hacia el otro,
para permitir el examen de la pared torácica posterior. Este desplazamiento del
paciente hace difícil comparar e interpretar los datos físicos que proporcionan
la auscultación y la percusión.
Inspección
El examinador debe observar ante todo la silueta general. El denominado
tórax en tonel, en el cual la caja torácica tiene casi igual anchura que
altura, depende de un aumento considerable del diámetro anteroposterior. Los
movimientos de expansión del tórax suelen estar limitados y disminuye la
reserva pulmonar. Tal paciente resistente mal la anestesia general y fácilmente
sufren complicaciones pulmonares postoperatorias. El individuo de pecho plano,
en la cual la pared torácica se allá en el mismo plano que la clavícula, es
sospechoso de enfermedad pulmonar, pero en la pasión torácica y, en contraste
con paciente más robustos poseer reserva pulmonar adecuada y resisten bien la
anestesia general.
Este se prefiere realizar en el cual el paciente se encuentre sentado.
En primer lugar debemos de realizar una inspección en el cual
se examina por delante y detrás del mismo tomando en cuenta los movimientos
respiratorios para identificar si hay retracción intercostal y si hay
deformidad en los músculos respiratorios.
Cuando aparecen lesiones tenemos algunas líneas que nos ayudan a ubicarlas:
1. Lineal esternal.
2. Línea media clavicular.
3. Línea axilar media, axilar anterior y
posterior dentro del plano lateral.
4. Línea vertebral y línea media
escapular en el plano posterior.
Referente a la percusión dentro de lo
que es examen e tórax tenemos sonidos que se pueden clasificar en mate o
timpánicos.
Dentro de dicho examen en cuanto a la
palpación podemos sentir:
· Thrill: soplos palpables si tiene
intensidad considerable.
· Frémito
vocal: los sentimos como las vibraciones que se producen al hablar en el
cual medico puede pedirle al paciente que pronuncie el numero 33 o la palabra
secretaria para su detección.
En mencionado examen una de las
herramientas semiológicas de mayor provecho ya que esta aporta una mayor
cantidad de datos de interés diagnostico es la auscultación, ya que en dicha
herramienta podemos identificar sonidos del tracto respiratorio alto en
cual pueden aparecer sonidos roncos en presencia de bloqueo en la entrada y
salida de aire percibiéndose una sibilancia que generalmente será espiratoria.
Otro de los sonidos que se pueden apreciar
son aquellos sonidos denominados crepitantes que pueden indicar que hay
obstrucción mucosa a nivel de los alveolos.
En cuanto al tracto respiratorio bajo se
pueden apreciar sonidos más finos y que es recomendable que el paciente deba
limpiar el árbol respiratorio para una mejor apreciación.
Observación de los
Movimientos Respiratorios
Los movimientos respiratorios
difícilmente son percibidos por el examinador, si no les presta particular
atención. Una observación rápida demostrara que, al respirar, las clavículas se
elevan, la caja torácica se ensancha lateralmente y hay un movimiento de
expansión de la pared abdominal a consecuencia del descanso del diafragma. La
frecuencia respiratoria varía entre 16 y 20 respiraciones por minuto. Las variaciones
de frecuencia y de tipo respiratorio proporcionan datos diagnósticos
interesantes.
La respiración rápida y superficial se
observa en diversos procesos, especialmente en las infecciones. La intensidad
del cambio observado en la respiración tiene importancia, ya que el paciente no
suele percibir cortedad de aliento.
La respiración profunda, suave y
manifiesta, sobre todo de tipo torácico, se observan en estados de ansiedad,
sobre todo en el curso del examen médico. Si el paciente no sabe lo están observando,
las respiraciones se normalizan o pueden ir seguidas de un periodo de apnea.
Las respiraciones profundas y suspirosas
(de kussmaul) se observan en la acidosis, sobre todo diabética. Respiraciones
parecidas se observan en forma de sed de aire en caso de hemorragia aguda.
La respiración lenta y estertorosa es
característica del coma de las lesiones cerebrales. Puede volverse irregular o
adoptar carácter intermitente, con periodos de apnea alternados con otros de
respiración.
Las respiraciones regulares y
extraordinariamente lentas deben hacer sospechar inmediatamente la intoxicación
por morfina.
La disnea (respiración corta), con
cianosis o sin ella, se observa en diversas enfermedades cardiacas o
pulmonares.
La inspiración entrecortada, con espiración
cortada se observa en las heridas torácicas abiertas espirantes.
Las respiraciones forzadas acompañadas
de contracción de los músculos respiratorios accesorios se observan en
caso de obstrucción de las vías respiratorias alta. Con cada intento de
respiración, el maxilar inferior baja. Este tipo de respiración es signo
terminal de diversos procesos sépticos y tóxicos.
Lesiones
de la Pared Torácica
Deformidades
Las deformidades grandes
resultan manifiestas. Muchas dependen de lesiones de la columna
vertebral, como sifosis o escoliosis. Las deformaciones intensas producen
grave trastorno de la reserva pulmonar. Si ha habido una infección pulmonar
recurrente, se observan a veces dedos en palillo de tambor.
Tórax en
Embudo o Pectus Excavatum
Es anomalía congénita en ella cual está deprimido el cuerpo del esternón.
En casos graves puede llegar a tocar la columna vertebral o
penetrar en el canal paravertebral. El corazón quizá esta girado o
desplazado, con dificultad considerable para las funciones cardiacas
respiratorias.
La Tuberculosis de los Cartílagos Costales
Puede producir hinchazón inflamatoria ligera de la pared torácica anterior.
A menos que la lesión se resuelva en una fistula, no podrá sospecharse su verdadera
naturaleza.
Las infecciones piógenas de la pared del tórax suele adoptar forma de furúnculos o abscesos. Los ántrax
típicos son menos frecuentes, aunque pueden desarrollarse en la parte baja de
la espalda, sobre todo en pacientes con mucho pelo.
Tumores
Precisamente por su gran
extensión, son particularmente frecuentes en la piel de la pared torácica las
lupias, quistes, verrugas seniles y hemangiomas. Los angiomas de la
insuficiencia hepática se observan en la pared torácica, constituyendo pequeñas
vascularizaciones que irradian desde una mancha roja central. Se
distinguen los nevis o angiomas congénitos por su aspecto
ramificado en araña. En ocasiones los comedones o lupias adquieren volumen y
densidad suficientes para producir una sombra en la radiografía torácica.
Los Lipomas de la Pared Torácica
Son muy frecuentes. Son tan característicos que pueden reconocerse
fácilmente en un examen físico. Una masa blanda, compresible, netamente
limitada, lobulada, que no se allá unidad ni a la piel ni a los tejidos
profundo, es característico de un lipoma.
Neurofibromas
Son nódulos móviles, duros bien circunscritos y no
compresibles. Se hallan situados a lo largo del trayecto de los nervios
parietales. A veces se acompañan de zonas de pigmentación parda de la piel, de
la enfermedad de Recklinghausen.
Los Sarcomas
Son tumores malignos más
comunes de la pared torácica. Sea observan todas las variedades, con
mayor frecuencia fibrosarcomas y condrosarcomas. Estos tumores pueden tener
aspectos variables. En la primera etapa son duros, bien circunscritos y
móviles. No se descubren infiltración característica maligna alguna. En casos
avanzados ese vuelven irregularmente nodulares con áreas de reblandecimiento,
hemorragias, e infiltración palpable del tejido vecino más allá de la
masa tumoral principal. La extirpación debe ser completa o radical.
Unión Costocondral Dolorosa
Es frecuente observar pacientes que se quejan de tener una prominencia
dolorosa a nivel de unión costocondral. La palpación cuidadosa suele
bastar para excluir la presencia de una neoplasia, peor en caso de duda debe
tomarse una radiografía.
Granuloma Eosinófilo
Esta lesión
benigna. Es un proceso de la enfermedad más limitado. Normalmente, se
caracteriza por una lesión ósea solitaria. Los niños que tienen un granuloma eosinófilo
requieren, sin embargo, un cuidadoso estadio para descartar otros sitios de
afectación. El estadio apropiado incluye una gammagrafía con tecnecio de todo
el cuerpo o una serie del esqueleto, un análisis de sangre (completo con
formula y recuento y pruebas para las enzimas hepáticas), radiografía del
cráneo y pelvis. Los niños que tienen enfermedad multisistémica, requieren
manejo más agresivo, incluyendo la quimioterapia basada en
esteroides.
Síndrome del Surco Pulmonar Superior
Los tumores del surco
pulmonar superior representan un porcentaje no despreciable entre los tumores
del pulmón. A su vez, los tumores malignos entre ellos constituyen el
90 %, mientras en el 10 % restante, constituido por tumores benignos,
procesos inflamatorios o infecciosos del vértice pulmonar, se destacan las
enfermedades granulomatosas. Existe dificultad en el diagnóstico clínico precoz
de un síndrome de Pancoast por la aparición tardía de los síntomas
característicos de esta enfermedad. Se presenta un caso con manifestaciones
clínicas que enfocaron los estudios iníciales y la clínica hacia la búsqueda de
una enfermedad maligna pulmonar. El proceder diagnóstico fue la toracotomía y
resultó tratarse de una enfermedad granulomatosa del pulmón. El cuadro clínico
incluye repleción de la fosa supraclavicular, dolor en la distribución del
cubital con atrofia de los músculos intrínsecos de la mano inervados por
él, y síndrome de Horner en el lado afectado. La causa principal del síndrome
del surco pulmonar superior es el carcinoma broncogeno del vértice pulmonar.
Tórax Operado
Las complicaciones pulmonares son la causa más frecuente de fiebre en
periodo postoperatorio. Aunque de ordinario son leves y de poca importancia, en
un paciente enfermo pueden causar la muerte. La neumonía por aspiración, el
colapso masivo y la embolia pulmonar son complicaciones posiblemente mortales.
Descubrir a tiempo todas las complicaciones pulmonares es esencial para un buen
tratamiento posoperatorio.
Factor Tiempo
El factor tiempo en momento en que aparece una complicación pulmonar es
dato diagnostico muy útil. La disnea con cianosis pocas horas después de
despertar de la anestesia hará sospechar aspiración de vomito. Las
complicaciones electasicas producidas por tapones mucosos de los bronquios
suelen aparecen entre el primer y el tercer día postoperatorio. La embolia
pulmonar se produce en cualquier momento. En algunos casos ocurrió durante la
intervención y puede desarrollar tardíamente, durante la tercera o la cuarta
semana. Sin embargo, la embolia pulmonar casi siempre se produce entre los días
quinto y decimo sesto después de la intervención. Las complicaciones sépticas
en forma de absceso pulmonar o absceso subdiafragmtico siempre son tardías.
Actualmente el empleo de los antibióticos puede retrasarlas por varias semanas.
Atelectasia Pulmonar Postoperatoria
Esta complicación pulmonar, muy
frecuente, se produce en los primeros días posoperatorios. Los signos más
importantes son la elevación del diafragma, limitación de sus movimientos,
disminución de los ruidos respiratorios y, a veces unas pocos estertores
en el lado afectado.
Inspección
Puede establecerse el diagnostico
colocándose en los pies de la cama y observando el paciente y su curva térmica.
El paciente esta congestionado molesto, pero no parece gravemente enfermo.
Percibe presencia de moco en su garganta, que no puede expectorar porque
al toser le duele mucho.
Percusión y Auscultación
En el tórax se puede
descubrir matidez, disminución del ruido respiratorio, limitación de los
movimientos del diafragma y, a veces pero no siempre pequeños estertores
gruesos en la base pulmonar del lado afectado. Lo mejor es hacer sentar al
paciente para examinarlo.
Colapso Pulmonar Masivo
Patología en la cual la totalidad de un pulmón o de uno de sus
lóbulos queda exenta de aire, frecuentemente como consecuencia
de obstrucción en un bronquio.
Inspección
El aspecto del paciente es
característico y espectacular. Presenta disnea, cianosis, gran dificultad
respiratoria y dolor moderado o intenso.
Palpación
La tráquea esta desviada hacia el lado
enfermo. Han desaparecido las vibraciones vocales y en el lado afectado el
tórax se dilata poco o nada.
Percusión
La percusión da matidez; las matideces
cardiacas y mediastínicas están desviadas hacia el lado afectado.
Auscultación No se percibe ruido respiratorio ni se transmite la voz. A veces
se oyen estertores bronquiales.
Neumonía Por Aspiración
Es la inflamación de los pulmones y las vías respiratorias que
llevan a ellos (bronquios) debido a la inhalación de materiales extraños.
La neumonía por aspiración ocurre cuando se inhalan materiales extraños
(por lo regular alimento, líquidos, vómito o fluidos de la boca) hacia los
pulmones o vías respiratorias que llevan a éstos. La aspiración puede ocurrir y
no es imposible que tal complicación pase inadvertida. Deberá sospechar
cuando haya disnea, cianosis y fiebre pocas horas después de despertar el
paciente de la anestesia. El examen del tórax demostrara estertores gruesos en
ambos campos pulmonares. Hay que efectuar una broncoscopia de urgencia, tanto para diagnostico como a título de
medida terapéutica.
Embolia Pulmonar
Descubrir la embolia pulmonar por examen
físico requiere que el examinador sospeche el proceso. Émbolos voluminosos
pueden producir cambios mínimos en el examen de los pulmones, y para hallar una
pista de diagnóstico quizá el único medio sea buscar cuidadosamente signos de
flebitis en las extremidades. Se admiten dos tipos de embolia pulmonar:
dependiente de infarto periférico del pulmón, con participación pleural, y la
ocasionada por oclusión de ramas importantes de la arteria pulmonar.
Infarto pulmonar (por émbolos pequeños que afectan porciones periféricas del
pulmón, con participación pleural.)
Inspección
Los signos son esencialmente los de una
pleuresía seca aguda muy localizada. El paciente tiene dolor neto que se agrava
cuando intenta respirar profundamente. Puede tener dificultad para respirar,
pero la frecuencia respiratoria esta poco aumentada y no hay cianosis.
Ocasionalmente elimina algunos esputos teñidos de sangre.
Palpación
En fase precoz puede percibirse a veces
un roce a nivel de la zona pleural afectada.
Auscultación
En el lado afectado, las respiraciones
están disminuidas y puede percibirse un roce pasajero. En ocasiones el único
síntoma de lesión pulmonar son unos cuantos estertores. A veces no se perciben
anormales, pero mientras no se demuestre lo contrario el dolor pleurítico en
periodo posoperatorio depende de infarto pulmonar. En todos los pacientes hay
que explorar cuidadosamente las extremidades en busca de tromboflebitis minia,
incluso cuando son ambulatorios, siempre que sufran una pleuresía seca.
Embolia Pulmonar (con
oclusión de ramas importantes de la arteria pulmonar)
Cuando el embolo es voluminoso y se
aloja en ramas importantes de la arteria pulmonar, los signos físicos son
de colapso circulatorio agudo. A veces adopta la forma clásica de corazón
pulmonar agudo, pero en muchos casos los signos de insuficiencia del corazón
derecho son mínimos.
Inspección
El dolor no es signo preponderante, pero
el paciente casi siempre presenta extraordinaria ansiedad e impresión de
angustia en desproporción con los signos físicos. Es característica una
cianosis pálida con distensión de las venas del cuello; si se percibe, casi
asegura el diagnostico. El pulso suele ser rápido, con presión deferencial
pequeña e hipotensión neta.
Auscultación
La auscultación de corazón y pulmones
permite muy pocos cambios. La frecuencia cardiaca puede estar aumentada o
relativamente disminuida. Los pulmones suelen estar claros por auscultación en
las de embolia mayor, y en los casos más graves la muerte se produce sin que
hayan desarrollo de signos pulmonares importantes.
Absceso Pulmonar
Los adelantos logrados en la anestesia, el cuidado
para evitar aspiración en los operadores de boca y garganta, y el empleo de
antibióticos han hecho relativamente rara esta complicación posoperatoria. Su
causa principal es la aspiración de material extraño, émbolos infectados,
necrosis en una zona de atelectasia o neumonías duraderas.
La enfermedad suele comenzar varios días o semanas
después de la intervención, con fiebre tos y dolor torácico. Los signos
físicos, excepto en caso de absceso periférico o muy voluminoso, suelen ser tan
ligeros que no cabe fiar en ellos.
Absceso
Subdiafragmático
Es complicación de sepsis abdominal. Los
principales focos de infección son la apendicitis, la ulceras perforada, la
colecistitis y la pancreatitis, pero cualquier infección peritoneal puede ser
causa de absceso subdiafragmático.
El tratamiento de las infecciones
peritoneales con antibiótico ha disminuido la frecuencia de abscesos
subdiafragmático al punto que actualmente constituyen una rareza. Sin embargo,
no los ha suprimido totalmente y los antibióticos han aumentado la tendencia
natural de proceso a tener comienzo lento y curso insidioso. De hecho, en los
pacientes que han seguido y todavía siguen tratamiento antibiótico, los
síntomas de absceso subdiafragmático son mínimos, de modo que, por lo general,
debe pensarse en este diagnóstico cuando un paciente que ha sufrido infección
abdominal no evoluciona satisfactoriamente. La fiebre no es obligada. A veces
el único síntoma es la anorexia. La imposibilidad de ganar peso y fuerzas
después que han cedido a los signos manifiestos de las infecciones peritoneal,
pélvica o de la herida, bastara para despertar la sospecha clínica.
Inspección
Las primeras etapas de un absceso
subdiafragmático pueden producir muy poca alteración del estado general. A
veces hay fiebre ligera, pero con antibióticos quizá no aparezca por un tiempo.
El dolor no es neto, ni se produce cuando el paciente respira profundo. No hay
cianosis ni disnea. La inspección de tórax puede demostrar expansión
disminuida del lado afectado, muy notable en casos avanzados. Puede descubrirse
edema o macidez de los flancos del espacio posterior.
Percusión
En el lado afectado el diafragma esta
fijo o se mueve poco y se halla en posición elevada cualquiera que sea el
espacio interesado. En las infecciones del espacio superior suele haber derrame
pleural por encima del diafragma.
Palpación
Hay que observar las siguientes áreas:
Espacio Anterosuperior Derecho: por debajo del borde costal; por delante, entre las costillas,
especialmente entre los espacios intercostales sexto y decimo.
Espacio Posterosuperior Derecho: a nivel de los espacios intercostales decimo, undécimo y duodécimo, por
atrás, en el flanco, por atrás y afuera.
Espacio
Derechos Inferiores: por debajo del borde costal, en la parte anterior, como en la palpación de
hígado o vesícula.
Espacio
Superior Izquierdo: debajo de las
costillas, por delante; en el epigastrio; en la zona anterolateral a nivel de
los espacios intercostales sexto a decimo.
Espacio
Anteinferior Izquierdo: hipocondrio
izquierdo por debajo de la jaula torácica.
Espacio Posteroinfeior Izquierdo: a nivel de la
duodécima costilla por detrás y en el flanco izquierdo.
El estudio radiológico tiene gran valor
para descubrir los abscesos subdiafragmáticos, es particularmente útil en
proyección lateral para localizar infecciones de un espacio anterior o
posterior. La comprobación calidoscópica de un diafragma inmóvil es signo
adicional de absceso subdiafragmático, pero muchas veces los rayos X no son
concluyentes y es necesario recurrir a exámenes muy cuidadosos repetidos
diariamente para corroborar el diagnóstico.
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