GENITALES FEMENINOS
INSTRUCCIONES GENERALES

Los genitales femeninos y las estructuras de la
pelvis se examinan por inspección simple, por inspección usando el espéculo
vaginal y por palpación.
Al comienzo del
examen, debe ponerse guantes en ambas manos. Posteriormente, para la palpación
bimanual, el guante puede quitarse de la
mano utilizada para palpar el abdomen.
El examen comienza
con la inspección de los genitales externos y se continúa con la palpación del orificio vaginal, inspección con el espéculo
vaginal de la vagina y el cuello uterino, la palpación bimanual para evaluar
las estructuras pélvicas internas y, en algunos casos, se realiza la palpación
rectovaginal.
Los órganos genitales femeninos comprenden órganos
externos e internos.
Los
genitales externos son:
El pubis
Es la zona más visible de la vulva, ubicada en
la pelvis; también se la conoce como Monte de Venus. Tiene forma triangular.
Constituida en su interior por tejido graso y exteriormente por una piel que se
cubre de vello a partir de la pubertad.
Labios mayores
Los labios mayores o externos, son dos pliegues de piel que protegen la vulva y que se recubren de vello desde la pubertad. Los labios mayores o externos, son dos pliegues de piel que protegen la vulva y que se recubren de vello desde la pubertad. Están constituidos de tejido grasos con una gran circulación sanguínea.
Labios mayores
Los labios mayores o externos, son dos pliegues de piel que protegen la vulva y que se recubren de vello desde la pubertad. Los labios mayores o externos, son dos pliegues de piel que protegen la vulva y que se recubren de vello desde la pubertad. Están constituidos de tejido grasos con una gran circulación sanguínea.
Labios menores
Se localizan dentro de los labios mayores y
rodean el introito vaginal. En la mujer que no ha parido, cubren por completo
el introito y protegen la entrada de vagina y el orificio de la uretra.
El clitoris
Se
encuentra situado en la parte superior de la vulva, por debajo de los labios
mayores y entre los repliegues de los labios menores. Se trata de un órgano
eréctil que está formado por un tejido esponjoso y abundantes terminaciones
nerviosas. La punta del clítoris es la zona más sensible de la mujer y la que
le proporciona mayor fuente de placer sexual.
El meato uretral
Es un pequeño agujero donde termina la uretra y por el que sale
la orina. Se localiza entre el clítoris
y el orificio vaginal.
El orificio vaginal
Este agujero es la puerta de entrada de la vagina. Por aquí es por donde se introduce el pene en el coito, por donde sale la sangre cuando se tiene la regla y por donde se introducen los tampones quienes los usan. A cada lado del orificio vaginal hay situada una glándula -glándula de Bartholino- que lubrica la vagina y la prepara para la penetración.
Este agujero es la puerta de entrada de la vagina. Por aquí es por donde se introduce el pene en el coito, por donde sale la sangre cuando se tiene la regla y por donde se introducen los tampones quienes los usan. A cada lado del orificio vaginal hay situada una glándula -glándula de Bartholino- que lubrica la vagina y la prepara para la penetración.
El himen
Es una membrana mucosa muy fina y elástica que cierra parcialmente la entrada de la vagina. Su forma es variable, pudiendo ser circular, semicircular, etc.
Es una membrana mucosa muy fina y elástica que cierra parcialmente la entrada de la vagina. Su forma es variable, pudiendo ser circular, semicircular, etc.
Generalidades:
·
Debe hacerse en un ambiente de privacidad y fresco
Debe hacerse en un ambiente de privacidad y fresco
·
El examinador debe informar al paciente antes
de explorar
·
Acompañante del paciente
·
Buena iluminación
·
Debe haber comunicación medico-paciente.
·
Vejiga vacía
·
Guantes desechables
·
Especulo
·
Lubricantes
Posiciones anatomicas
·
Posicion de Fowler
·
Posicion de Sims o semiprono
·
Posicion ginecologica o de Litotomia
·
Posicion mahometana o Genucopectoral




TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN
A. EXAMINE LAS ESTRUCTURAS DEL PERINÉ.
1. Inspeccione los genitales externos:
Este examen tiene un gran interés, ya que
mediante la simple observación de la vulva podemos detectar desde el grado de
desarrollo sexual de la mujer si esta es muy joven, hasta la presencia de
malformaciones congénitas o de algún otro proceso no detectado anteriormente.
Debe observar la presencia y la disposición del
vello, el grosor de los grandes labios, el tamaño del clítoris, la presencia de
un himen intacto o no, las secreciones vestibulares, el grado de abertura
vulvar y la presencia o no de prolapso.
a) Antes de tocar los genitales, toque el dorso
del muslo de la mujer con el dorso de la mano, para prevenir la tensión
muscular súbita con el contacto de los dedos.
b) Entonces, use los dedos índice y pulgar de
su mano no dominante para separar suavemente los labios de manera que sean
visibles claramente el clítoris, el meato urinario y el orificio vaginal.
Fíjese en el color y la pigmentación, la forma y simetría de las estructuras y
si hay alguna lesión de la piel o secreción, así como en la distribución del
vello pubiano.
Hallazgos normales: el color de los labios
menores varía del rosado pálido al rojo. Puede observarse pigmentación parda o
azulada. La piel que rodea los labios debe tener sobretonos rosados o pardos.
Los labios mayores habitualmente son simétricos y el rango de la forma de los
labios menores va desde triangular hasta semicircular. Los bordes de los labios
menores pueden ser lisos o irregulares y pueden protruir a través de los labios
mayores.
La secreción vaginal normal es inodora, no
irritante, cuya apariencia varía de acuerdo con el ciclo menstrual. Después de
la menstruación puede observarse una ligera secreción blanquecina; durante la
ovulación habitualmente hay una secreción clara más fina. Después de la
ovulación la secreción puede ser de nuevo más espesa y blanquecina.
Algunas mujeres observan los cambios de la
secreción o el color y la consistencia del mucus cervical para estimar la
ovulación con propósitos, o de embarazo o de contracepción.
2. Palpe las glándulas de Skene y las de
Bartholin:


a) Mientras continúa separando con su mano no
dominante, inserte en la vagina el dedo índice de su otra mano. Palpe las
glándulas de Skene, ejerciendo una ligera presión contra la pared anterior de
la vagina y moviendo sus dedos de dentro hacia fuera. La secreción por el meato
urinario con esta maniobra es anormal y debe cultivarse.
b) Palpe las glándulas de Bartholin, a cada
lado del introito vaginal posterior, colocando su dedo índice dentro de la
vagina, en la porción inferior de cada cara lateral, y su dedo pulgar en
oposición, sobre el labio mayor de ese lado. Presione suavemente la piel entre
el pulgar y el índice.
La aparición de secreción o dolor indica
inflamación de la glándula de Bartholin (Bartholinitis).
3. Examine la musculatura vaginal:
a) Con su índice insertado 2-4 cm dentro de la
vagina, pida a la mujer que apriete alrededor de su dedo, para evaluar el tono
muscular. El buen tono muscular se manifiesta por la capacidad de estrechar la
vagina alrededor del dedo del examinador. El tono muscular es habitualmente más
firme en las mujeres nulíparas.
b) Coloque sus dedos índice y del medio en el
borde inferior del orificio vaginal y separe los labios mayores, desplazando
los dedos lateralmente.
Pida a la mujer que puje, de manera que pueda
inspeccionar el orificio vaginal. Observe si existe algún abultamiento, lo que
puede indicar cistocele (herniación de la vejiga dentro de la vagina) o
rectocele (herniación del recto dentro de la vagina) o ambos (rectocistocele),
y alguna salida de orina.
B. REALICE EL EXAMEN CON
ESPÉCULO.

Esta exploración es obligatoria en la paciente
no virgen y debe realizarla antes del tacto bimanual. Después de inspeccionar
la vulva, proceda a la colocación del espéculo vaginal.
Espéculos vaginales. Pueden ser de metal o de
plástico desechable, aunque este último es habitualmente más incómodo. Varían
en forma y tamaño.
Inspeccione la vagina:
Cuando requiera explorar las paredes vaginales
anterior y posterior, rote el espéculo cerrado y ábralo en posición lateral
(formando un ángulo de 90° con la posición normal) o introdúzcalo y ábralo
después, sin rotar.
Apariencia vaginal normal: es de color rosado
con arrugas, estructuras parecidas a crestas, producidas por pliegues de la
membrana mucosa. Las secreciones vaginales normales pueden darle a la piel una
apariencia húmeda y brillante. En la mujer posmenopáusica las paredes pueden
ser rosa pálida y menos rugosas.
C. REALICE EL TACTO VAGINAL.
Después de retirado el espéculo, proceda a
realizar el tacto vaginal, para lo cual utilizará un guante estéril,
preferiblemente con lubricante.
1. Palpe la vagina y el cuello:
a) Colóquese de pie, frente o a un costado de
la mujer según le sea más fácil, y efectúe con delicadeza la introducción de
los dedos índice y del medio, enguantados y lubricados, para palpar la vagina
b) Inserte sus dedos siguiendo el contorno
natural de la vagina, ejerciendo una ligera presión posterior. Mantenga su
pulgar en abducción y los otros dedos flexionados. Si la abertura vaginal es
muy pequeña, probablemente tenga que usar un solo dedo.
c) Palpe la pared vaginal buscando nódulos,
masas o dolor. Palpe el cuello y precise su posición, movilidad, consistencia y
sensibilidad.
Palpar masas es anormal. No mal interprete las
rugosidades por masas. El cuello es firme, parecido a la punta de la nariz, y
movible.
2. Realice la palpación bimanual de las
estructuras pélvicas:

a) Manténgase de pie, con el dedo índice y del
medio en la vagina.
b) Coloque la mano opuesta, que ahora puede no
estar enguantada, sobre el abdomen entre el ombligo y la sínfisis del pubis.
c) Use las dos manos para apresar las distintas
estructuras que componen los genitales internos y estudiar su posición,
tamaño, forma y consistencia del cuello y del cuerpo del útero, grosor y
longitud de las trompas, movilidad y tamaño de ambos ovarios, elasticidad de
los fondos de saco y grado de sensibilidad dolorosa, así como la presencia o no
de tumoraciones.
d) Palpe el útero presionando hacia abajo con
la mano abdominal dirigida hacia la mano vaginal, que sostiene firmemente la
vagina, ejerciendo una ligera presión contra el periné con los dedos que están
afuera flexionados.
El útero debe palparse justamente por encima de
la sínfisis del pubis y debe ser ligeramente movible cuando se aplica presión
durante la palpación bimanual. Por la palpación puede notarse una ligera molestia secundaria a
la tensión muscular. El útero en retroversión habitualmente no es palpable con
este procedimiento. Palpe la pared anterior y el fondo del útero buscando masas
o dolor.
Hallazgos normales:
El útero tiene forma de pera y es firme y liso.
El tamaño promedio del útero de la mujer no embarazada tiene unos 8 cm de
diámetro mayor o longitudinal, de los cuales 3 cm corresponden al cuello; unos
4-5 cm de diámetro transversal a nivel del fondo (de cuerno a cuerno), que
disminuye progresivamente hacia el cuello, y unos 3 cm de espesor o diámetro
anteroposterior.
a) Mueva sus dedos vaginales hacia el fondo de
saco lateral derecho y rote su mano de manera que su palma mire hacia arriba.
Mueva la mano abdominal hacia el cuadrante inferior derecho. El ovario y el
anejo, que no siempre se palpan, pueden ahora atraparse para su examen, entre
sus dos manos.
b) Mueva ahora sus dedos vaginales hacia el
fondo de saco lateral izquierdo y su mano abdominal hacia el cuadrante inferior
izquierdo para la palpación del ovario y la trompa izquierdos.
las trompas de Falopio no se palpan
habitualmente. Los ovarios pueden o no
palparse y pueden sentirse pequeños, firmes, de forma almendrada, movibles y
lisos, sin masas. Sus dimensiones son: 3-5 cm de diámetro mayor, 2-3 cm de
diámetro transversal y 1-2 cm de espesor. Es común una ligera molestia a la
palpación.
El resultado de esta exploración se anotará en
la historia clínica y se dibujará en ella cualquier modificación encontrada.
D. REALICE EL TACTO RECTAL.
1. Saque sus dedos de la vagina y cambie el
guante. El cambio de guantes protege contra una posible contaminación del recto
con las secreciones vaginales.
2. Lubrique el índice de su mano nuevamente
enguantada. Explique el proceder y pídale a la mujer que comience la
respiración de relajación, ya que la respiración profunda ayuda a relajar el
esfínter anal. Dígale que adicionalmente puede sentir sensación de defecar.
El resto de la técnica del tacto rectal ya fue
descrita en el estudio del sistema digestivo. El tacto rectal es la
elección lógica en mujeres vírgenes y resulta de gran utilidad en los procesos
neoplásicos, para detectar el grado de infiltración de los parametrios o de los
ligamentos uterosacros, así como las tumoraciones quísticas o no.
La indicación de un enema evacuante, antes de
realizar esta exploración, resulta de mucha utilidad, sobre todo en pacientes
constipadas.
E. COMPLETE EL EXAMEN FÍSICO.
Cuando termine de hacer los tactos, saque sus
dedos y limpie el periné con movimientos de delante hacia atrás. Ayude a la
mujer a salir de los estribos y suminístrele suficiente material adicional para
que se limpie el periné.